Ya no quiero saber más de ti, me invades minuto a minuto, me haces dudar de decisiones que ya se tomaron y las cuales no tienen remedio.(No, no todo en esta vida tiene remedio.)
Me cansa pensarte, me cansa respirarte, me cansa el olor q se me impregna cuando me lleno de ti. Déjame sola. Nunca he necesitado, nunca he añorado momentos contigo y llegas cuando menos te imagino. No voy a cambiar el curso de mi vida por tu testarudez.(Sí, yo sé que todos somos hijos de la necedad. No me cambies el tema.No, yo lo pensé primero.)
No puedo seguirme deteniendo, seguirme frenando por tus berrinches. Para cuando salga el sol yo habré terminado contigo porque siempre es igual, ya me sé tus cuentos baratos, tus anécdotas pasajeros que son siempre los mismos; y cuando logras desempolvar mi memoria y sacar alguno que hacía tiempo no recordaba, te sustituye tan rápido la tristeza que eres casi imperceptible. El problema es que para que ésta te sustituya haces falta tú; y hoy, yo no quiero estar triste, entonces ahorrémonos la incomodidad de estar juntos de nuevo y no me llames, no te me acerques.(¿Cómo puedo hacerte entender que la vida sigue?)
No puedo estar viviendo en el pasado. Mi tiempo no corre en círculos, mi tiempo corre en espirales. Odiaría pensar que soy yo la que te busca, la que le sigue dando vueltas al asunto por lo tanto de ahora en adelante, interpreta mi silencio.
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