miércoles, 1 de abril de 2009

feb 26 2008

Vieja, olvidada, melancólica,

sucia, triste y alcohólica.

Llena de prostitución,

ahogada en derogación.

Mi Tijuana encantada,

llena de gente fumada,

de migrantes infelices,

de malos aprendices.

Se asfixia con sueños rotos.

El color desvanece de sus fotos.

Mi Tijuana amargada,

poco a poco fregada.

Mientras el narco consume,

el gobierno su mal funcionamiento presume.

Y el mundo sigue girando,

y de Tijuana se va olvidando.

La mirada de sus habitantes,

en contra de viejos migrantes.

Su gente ya no puede resistir,

se los comen las ganas de morir.

Y no hay nada que yo pueda hacer

a Tijuana el mundo vera perecer.

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