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Que día, creo que hoy llegue a mi punto máximo. Así como cada grande civilización llega a su cumbre y comienza a decaer poco a poco, hoy yo llegue a mi punto máximo. Y no sé en qué momento, no sé qué fue lo que activo este cambio tan repentino ni porque, ni como. Pero es un cambio que después de tantos días de no poder, no querer, siquiera respirar; me ha dejado la boca con sabor a satisfacción. Me siento como cuando alguien acaba de subir otro peldaño en el camino a la madurez. Me siento tan plena. Tengo todo lo que necesito, y aunque es cierto que no tengo todo lo que quiero, tengo que aceptar que nadie en este mundo tiene todo lo que quiere, si no, ¿Donde quedaría el consumismo? ¿Donde quedarían los problemas económicos? ¿Donde quedarían en si los problemas? Todo fuera aburrido, la vida no tendría sentido, no habría necesidad alguna de seguir adelante. Y ahora, aunque me duele saber que muchas amistades me podrán dejar atrás; aunque me duele saber que muchos planes se dejaran de cumplir; que muchas ilusiones se dejaran de materializar, sé que es lo que necesito vivir. Porque atravieso una etapa de cambio, una etapa de miedo. Y el miedo sigue aquí, el abismo me sigue esperando para que caiga en el. Pero hoy tome la decisión de que todavía no es el tiempo adecuado. Todavía no me merezco sufrir tanto, por nada. Si vivo esto, es porque la vida si esta llena de obstáculos, pero también esta llena de triunfos, de alegrías, cada vez que logras saltar uno de ellos. Hoy, me toco vivir un obstáculo, me dieron todo y en menos de dos meses me quede sin nada, “I’m back at the beginning…” y duele, duele muchísimo pero es obvio que sin probar lo amargo no distinguirías lo bueno que es lo dulce.